La propuesta ha generado entusiasmo entre algunos legisladores y el propio gobernador de Nevada ha declarado que está dispuesto a estudiarla.
7 de marzo de 2021
Históricamente, la comunidad libertaria de Estados Unidos ha coqueteado con la posibilidad de llevar sus ideas más allá de lo habitual y crear “ciudades privadas” en las que desarrollar formas de gobierno alternativas a las ya establecidas.
Patri Friedman, nieto de Milton e hijo de David Friedman, cobró cierta relevancia hace seis años cuando puso encima de la mesa una propuesta centrada en crear ciudades libres en altamar. Dan Dascalescu dejó su trabajo en Yahoo para impulsar una start up centrada en hacer realidad ese sueño, pero el proyecto no llegó a captar la financiación necesaria.
A este lado del Atlántico, una disputa territorial entre Croacia y Serbia dio pie a un vacío legal que algunos activistas libertarios quisieron emplear para constituir un nuevo país. El proyecto “Liberland” pretende crear un “paraíso fiscal” en un pequeño espacio de apenas 7 kilómetros cuadrados de superficie, pero de momento no ha conseguido grandes avances en su quijotesca aventura.
Aunque este tipo de propuestas son más anecdóticas, lo cierto es que, en cierto modo, han tenido eco en ámbitos de la economía mainstream. Paul Romer, que recibió en 2018 el Premio Nobel de Economía, ha propuesto la fundación de ciudades chárter que profundizarían el modelo de las “zonas económicas especiales” chinas.
Los gobiernos de Honduras o Madagascar llegaron a interesarse por la propuesta, aunque el desarrollo nunca llegó a producirse. Sin embargo, Donald Trump rescató este tipo de idea para su estrategia contra la pobreza, que dio pie a cientos de “zonas de oportunidad”, que brindan un tratamiento comparable al de los “paraísos fiscales” para las inversiones desarrolladas en barriadas empobrecidas. La iniciativa ha movilizado más de 44.000 millones de inversión privada.
De igual modo, en el ámbito tecnológico es cada vez más habitual escuchar a expertos y empresarios que hablan abiertamente de la importancia de crear cajas de arena (“sandbox”) regulatorios que permitan que ciertos ámbitos de actividad queden al margen de la normativa y la legislación convencional, para permitir un crecimiento más acelerado de tales proyectos y actividades económicas.
La propuesta de Nevada
Ahora, un empresario dedicado al mundo de las criptomonedas quiere trasladar su éxito en el ámbito virtual al mundo real, levantando una ciudad inteligente enteramente privada en el Estado de Nevada. Jeffrey Berns, máximo responsable de Blockchains LLC, se ha propuesto empezar a desarrollar esta comunidad en 2022 y aspira a construir hasta 15.000 hogares y 3 millones de metros cuadrados de superficie comercial e industrial.
Berns presentó su iniciativa por primera vez en un evento celebrado en 2018, aunque el vídeo de lanzamiento del proyecto apenas acumula algo más de 15.000 visitas en YouTube:
Sin embargo, Berns ha conseguido que algunos legisladores del Estado de Nevada empiecen a valorar su propuesta como una fórmula interesante para diversificar la economía de la región y atraer inversión y talento. De hecho, el gobernador Steve Sisolak no parece estar del todo opuesto a la posibilidad de crear un permiso legislativo que autorizaría estas “zonas de innovación”, con el objetivo de animar la economía de Nevada y reducir su dependencia del turismo a base de permitir este tipo de áreas productivas sin apenas intervención por parte de la Administración Pública.
La idea que defiende Berns es que cualquier empresa que acredite una inversión de al menos 1.000 millones disponga de al menos 200 kilómetros cuadrados de terreno para impulsar una “zona de innovación”. El tiempo dirá si los legisladores de Nevada terminan autorizando esta propuesta o si, por el contrario, esta polémica idea termina en nada.
Fuente: libremercado.com